ASHTANGA VINYASA, PRÁCTICA MILENARIA O INVENTO RECIENTE?

dic 16, 2023

DESENTRAÑANDO LA LEYENDA...

Realmente su origen es tan antiguo??? o fue un invento del Maestro Krishnamacharya…

Les comparto la investigación más seria y profunda que he encontrado!!!

El autor es James Russell, del Reino Unido, que ha publicado en su blog la más reveladora investigación acerca del Yoga Korunta. Dicha investigación ha tenido unos resultados más que sorprendentes. (traducción de Fernando Gorostiza)   

 Aquí está el enlace al texto original.


Tres generaciones de maestros custodios del legado de Ramamohan Brahmachari y del
Yoga Korunta.


Desenterrando la leyenda del
Yoga Korunta.






De izquierda a derecha: Tirumalai Krishnamacharya, Sri K. Pattabhi Jois, Sharath Jois

De izquierda a derecha: Tirumalai Krishnamacharya, Sri K. Pattabhi Jois, Sharath Jois. 


Hay una misteriosa leyenda en el mundo de Ashtanga Vinyasa Yoga. Si nunca la has escuchado, dice así:


Krishnamacharya le contó a su discípulo Jois, que había aprendido el yoga que le transmitía, durante siete años con su maestro Rama Mohan Brahmachari, en los Himalayas. Brahmachari le hizo aprender de memoria, de un antiguo texto sánscrito, el Yoga kurunta, que habría sido escrito por el antiquísimo sabio Vamaná Rishi.


Se dice que Krishnamacharya, cuando abandonó a su propio gurú, empezó a investigar acerca de este misterioso Yoga kurunta.



A mediados de los años 1920, el gran maestro y profesor de yoga, Sri T. Krishnmacharya, se dirigió a la biblioteca de Calcuta acompañado por un joven y devoto estudiante llamado K. Pattabhi Jois.  Iban en busca de un texto de yoga perdido, oscuro, denominado "Korunta."  Hallaron el texto, cuyo autor era un sabio llamado "Vamana Rishi", escrito sobre hojas de plátano o palma (lo cual es frecuente en los textos de yoga antiguos.)  Los caracteres sobre las hojas describían con detalle un método de Hatha Yoga dinámico y vigoroso.


Este método se caracterizaba por varias secuencias fijas (krama) de posturas (asanas) enlazadas a través de movimiento, respiración, contracciones físicas y puntos hacia los que dirigir la mirada.  Esta unión de movimiento y respiración se conoce como "vinyasa."  Vinyasa significa "colocar de una manera especial" y es un término que también se encuentra en artes indias clásicas tales como la música y la danza.


Algunos afirman que las hojas del Korunta estaban atadas a una antigua edición de los Yoga Sutras de Patanjali (un tratado de dos mil años de antigüedad sobre la tecnología psicológica del yoga).  A este sistema se lo conoce como Ashtanga Yoga (que significa yoga de los ocho pasos.)  De acuerdo con Gregor Maehle (Ashtanga Yoga 2006) los dos sistemas estaban pensados para que fuesen practicados y estudiados juntos.  De ahí el nombre "Ashtanga Vinyasa."


Tras descifrar el texto, Krishnamacharya le enseñó el método a Pattabhi Jois.  La última parte de la historia es que el Korunta se desintegró poco después y/o que fue carcomido por hormigas (perfectamente plausible en el clima de la India); para nunca ser visto de nuevo por nadie más que Krishnamacharya y Pattabhi Jois.  Se cree que se trataba de una copia única.


Jois dedicó su vida a divulgar el método de Ashtanga Vinyasa y en los años 1970 enseñó a los famosos yoguis occidentales David Williams, Nancy Gilgoff y Norman Allen.  La práctica se propagó en Occidente donde alcanzó una gran popularidad y fue elogiada por personajes famosos como Madonna, Gwyneth Paltrow y Sting.  Hoy, Ashtanga Vinyasa es una de las formas de yoga más populares en el mundo.


Los defensores del sistema Ashtanga Vinyasa han esgrimido el Korunta como principal argumento para afirmar que se trata de una practica antiquísima que se remonta milenios atras.  Muchos practicantes han citado también el antiguo sistema de Patanjali como fuente para legitimar y conferir credibilidad a su práctica.


"En el corazón de Ashtanga se encuentra Vinyasa.  La esencia de Vinyasa es la sincronización de respiración y movimiento." (Ashtanga Yoga, John Scott, DVD, 2002.)


Sin embargo, el texto de Patanjali no hace ninguna mención a Vinyasa y tan sólo una a asana: "Sthira sukhasanam (la postura ha de ser estable y cómoda)" (Yoga Sutras 2:46)  El Ashtanga Yoga de Patanjali es esencialmente meditativo y es un método para poner la mente bajo control de manera progresiva, para "acallar las ondas de la mente." (Yoga Sutras 1:2)  El método de Patanjali, claramente, es muy distinto del sistema vigoroso y físicamente exigente que hoy conocemos como Ashtanga Vinyasa Yoga.


James Russell, autor de este artículo e investigación.


La búsqueda del
Korunta.


Desde el principio me fascinó la leyenda del
Korunta: otorgaba a las series de Ashtanga un velo de misterio y una antigua autoridad.  Leí varias versiones de la historia del Korunta y me pregunté acerca de su autenticidad.  Una vez comencé a buscar, descubrí que varios de los estudiantes de Krishnamacharya lo mencionaron hablando acerca del texto pero no fui capaz de encontrar ningún registro de que semejante texto hubiese sido nunca publicado.  Tampoco pude encontrar un autor con el nombre de Vamana Rishi.  En la mitología hindú, Vamana es el nombre del quinto avatar de Vishnu y se trata de un nombre indio bastante común.  El título "Rishi" por lo genera denota a un sabio o vidente, de la raíz "Drsh" que significa "ver." (Al igual que en "Drishti", la práctica de dirigir la mirada a diversos puntos.)


El método
Vinyasa y de asanas descrito en el libro de Krishnamacharya "Yoga Makaranda" (1934) guarda grandes semejanzas con la primera serie de Ashtanga Yoga y parece formar parte de un sistema de Vinyasa Yoga mucho más amplio que algunos de sus estudiantes posteriores denominarían "Vinyasa Krama."  No obstante, la larga bibliografía del Makaranda no incluye al Korunta.


El libro
"Yoga Mala" (1962) de Pattabhi Jois, el texto seminal de Ashtanga Vinyasa, tampoco incluye ninguna referencia al Korunta.  No obstante, Jois ofrece una atractiva cita de Vamana Rishi, (presumiblemente del Korunta)


"Vina vinyasa yogena asanadin na karayet -

Oh yogui, no hagas asana sin vinyasa"


Vamana Rishi.


Aparte de esta única cita, no fui capaz de hallar ninguna otra cita que se hubiese publicado en un texto bajo el nombre de
Korunta.  Ni tampoco pude encontrar ningún registro anterior a 1934 acerca de yoguis que practicasen asanas en el estilo vinyasa que enseñó Krishnamacharya y después Jois.  De hecho, un gran número de las posturas del método Ashtanga Vinyasa no se pueden encontrar en ninguno de los textos tradicionales de Hatha Yoga.  El Korunta y los orígenes del Ashtanga Vinyasa Yoga seguían siendo un gran misterio.


¡Eureka!


Entonces, en el año 2011, mientras estudiaba el
Hatha Yoga Pradipika (un texto del siglo decimocuarto que trata sobre Hatha Yoga) un nombre destacó entre el texto y atrajo mi atención.  En el primer capítulo del Pradipika, el autor Svatmarama enumera el linaje de yoguis en Hatha Yoga (Hatha Yoga Pradipika 1: 5-9).  El decimotercer nombre de la lista es:


"Kuarantaka: también conocido como Karandaka, puarantaka y Kurantaka"


Kurantaka - Kuranta - Korunta.


El nombre tiene una gran similitud con
Korunta.  Interesante, pero no demasiado significativo.


Sin embargo, unas pocas semanas más tarde recibí desde la India una traducción de una versión más larga del
Pradipika, no disponible previamente. (Hathapradipika 10 capítulos, 2006.)  Este texto da más detalles del linaje de Hatha y de nuevo menciona a Kuarantaka.  Descubrí para mi asombro que un yogui llamado "Kuarantaka" fue autor de un texto titulado:


"Kapala Kuarantaka Yogabhyasa Paddahti"


Que se traduce aproximadamente así:
"El método de yoga de Kuarantaka Kapala" (Kapa signfica calavera o cráneo y sospecho se trata de un título que se le dio al yogui Kuruntaka para indicar su afiliación a la secta Shaivinista de los Kapilika o portadores de calaveras)


El texto descrito contiene 112 posturas.  Eso me interesó enormemente, dado que este número es muy cercano al número combinado de las posturas contenidas en la primera y segunda series de Ashtanga Yoga, que es de 106
(David Swenson 1999.)  Resulta significativo que los textos más antiguos de yoga tan sólo describan un puñado de asanas predominantemente sentadas.  Que un manuscrito anterior al siglo dieciocho describiera tantas asanas no tiene precedentes.


El título completo del texto es un trabalenguas, en especial para los occidentales, así que parece lógico que Krishnamacharya y Jois lo acortasen a
Kuaranta o Korunta.


Después de investigar un poco más, descubrí que mi teoría quedaba confirmada en la biografía de Krishnamacharya publicada por A.G. Mohan, en la que afirma lo siguiente:


"Krishnamacharya mencionó el 'Yoga Kuranta' en varias ocasiones durante mis estudios.  El Yoga Kuranta aparantemente lo había escrito el yogui llamado Korantaka, quien es mencionado en el Hatha Yoga Pradipika (1.6)." (A.G. Mohan 2010)


Me puse en contacto con el Instituto Lonavla en India, donde se había traducido y publicado la versión larga del
Hatha Yoga Pradipika y les pregunté acerca del texto escrito por Kurantaka.  Su respuesta me puso los ojos como platos:


"Hemos copiado el manuscrito Kapala kurantaka de la Biblioteca Bharat Itihas Samshodhan Mandal en Pune.  Esto es un texto de Hatha pero mucho más diferente de otros textos de Hatha por todas sus prácticas vigorosas/rigurosas.  Es posible decir que esta tradición pertenece a la parte meridional de la India."


De modo que un texto escrito por el yogui llamado
Kurantaka sí que existe y de hecho lo conocen algunos eruditos en sánscrito de la India.  Posteriormente supe que se suele referir a él como el "Kapala Kurantaka."


Lo de
"prácticas vigorosas/rigurosas" encaja a la perfección con la naturaleza de Ashtanga Vinyasa.  Krishnamacharya era originario del sur de la India.  ¿Podría ser que éste es el mismo texto descrito en la leyenda del Korunta?


Tras explicarle al Doctor Gharote, máximo responsable del Instituto Lonavla, mi teoría respecto al
Korunta, me respondió:


"Es posible afirmar que el texto 'Korunta' sea de hecho el 'Kapala Kuaranta Hathabhyasa-Paddhati' porque hasta ahora nunca nos habíamos encontrado con ningún otro texto relativo al término 'Kurantaka' salvo éste.  Así que al menos y hasta que no dispongamos de ninguna otra evidencia, tenemos que aceptar que 'Korunta' es de hecho 'Kapala Kuaranta Hathabhyasa-Paddathi".


Aunque esto no sea de ningún modo definitivo sí que resulta alentador y abre la posibilidad de que el
Korunta sí que exista, aunque con un título ligeramente distinto y escrito por otro autor.



Conseguí hacerme con una lista de nombres sánscritos de todas las asanas enumeradas en el
Kapala Kuarantaka y con la ayuda de la "Enciclopedia de asanas tradicionales" (también del Instituto Lonavla, 2006) y comparándolas con el manual de Ashtanga Yoga de David Swenson, he sido capaz de identificar 51 posturas o más que guardan una gran similitud o son idénticas a posturas de la primera y segunda series.  Bien podrían ser más dado que hay muchas posturas que no he sido capaz de comparar o identificar debido a que la nomenclatura del yoga del sur de la India en aquel tiempo era muy distinto del de hoy.  Además, he encontrado al menos dos posturas que aparecen en la tercera y cuarta series de Ashtanga Vinyasa.



También es significativo la identificación del asana número 86 de la lista:


"Dehallyunllaghen"


Enciclopedia de asanas tradicionales:


"Mantén las manos firmemente sobre el suelo y salta dentro y fuera a través de los dos brazos." (KKH - 86)


Esta práctica de saltar con las piernas a través de las manos es un componente importante de Ashtanga Vinyasa y es una técnica que enlaza cada postura con la siguiente.  Es similar a la práctica de
"Tolasana" en la que se elevan las piernas, también conocida como "Pluthi".  La práctica de saltar con las piernas entre las manos es virtualmente exclusiva del Ashtanga Vinyasa y rara vez se encuentra en otros linajes.


El Doctor Gharote estima que la antigüedad del
Kapala Koruntaka es, al menos, anterior al siglo catorce.  Esto resulta significativo en sí mismo puesto que muy pocos textos de aquella época mencionan tantas asanas.


El Instituto Lonavla tiene intención de publicar este texto en algún momento del futuro, aunque existen varias limitaciones por el hecho de que en la actualidad tan sólo disponen de una copia del manuscrito: para publicar una edición seria precisan de al menos tres manuscritos entre los que llevar a cabo comparaciones.  También, el manuscrito que tienen está incompleto.  Algunas de las
asanas no tienen nombre, sino que sólo se proporcionan descripciones de su técnica.


No obstante, el Doctor Gharote tiene la confianza de que, siempre que puedan hallarse otras copias de este manuscrito, acabarán publicándolo.  Más pronto que tarde, y con algo de suerte, este texto de yoga perdido estará traducido para que todos podamos estudiarlo y aprender de él.



Pattabhi Jois enseñándole a su nieto Sharath,  sus

 enseñanzas son todo lo que podemos saber del Yoga Korunta.  Por el momento.



Conclusión.


Es más que probable que el Ashtanga Vinyasa moderno, hasta cierto punto, sí que tenga su origen en las enseñanzas que recoge el texto que comúnmente es referido como el Korunta.  Estoy convencido de que este texto sí existe y que lo conocen algunos estudiosos indios, quienes lo denominan el "Kapala Kurantaka".


El texto fue escrito por un yogui llamado "Kuruntaka" y fue escrito en alguna fecha anterior al siglo decimocuarto.  El título completo del texto es: "Kapala Kuarantaka Yogabhyasa-Paddathi."


Krishnamacharya era un reputado erudito en sánscrito, y sabemos por la introducción al Makaranda de 1934 hecha por K.V. Iyer que Krishnmacharya y sus discípulos visitaron Lonavla.  Así que es muy probable que estuviese familiarizado con el Kapala Kuarantaka.


Dicho esto, creo que es improbable que el Kapala Kuarantaka describa el Ashtanga Vinyasa de la manera en que lo conocemos hoy: completo con vinyasas, bandhas, dristhi y pranayama.  Las posturas no parecen estar enumeradas en ningún orden concreto.  Algunas de las posturas puede que estén en el mismo o similar, pero también hay algunas otras prácticas inusuales que tienen poco en común con la práctica de hoy día.  Por ejemplo, estar colgado en posturas desde cuerdas es algo que ciertamente aparece en el texto.  (Curiosamente, la palabra "Korunta" puede traducirse como "marioneta," al igual que en "estar colgado de una cuerda".)  Podría darse el caso de que algunas de las técnicas desarrolladas por B.K.S Iyengar empleando bloques y cuerdas tengan también su origen en este texto.


Es muy probable que el planteamiento vinyasa aplicado a la práctica de asanas sobre el que escribió Krishnamacharya en 1934 y que enseñó a sus alumnos estuviera influenciado por el Kapala Kuarantaka y también por un amplio abanico de otras prácticas, textos, tradiciones y por el Gurú de Krishnmacharya, Ramamohana.


Seguimos sin saber a ciencia cierta si Pattabhi Jois visitó la biblioteca de Calcuta con Krishnamacharya y leyó el texto o no lo hizo, pero está claro que el método vinyasa que aprendió de Krishnamacharya se convirtió en una parte fundamental de las enseñanzas que transmitió y que más tarde llegarían a ser conocidas como Ashtanga Vinyasa.


Debo admitir que me han sorprendido mis propias conclusiones.  No soy de ningún modo un practicante devoto de Ashtanga.  Disfruto practicar de vez en cuando Ashtanga Vinyasa pero esta forma de yoga no es mi práctica principal.  Al principio me sentía un poco escéptico respecto a la leyenda del Korunta y me figuraba de que al final no resultaría más que un mito popularizado entre la comunidad de Ashtanga.  Ahora me doy cuenta que puede que estuviera completamente equivocado y mi opinión ha descrito un giro de 180 grados.


También me he dado cuenta de que, en último término, en realidad no importa si el sistema es antiguo y proviene de un manuscrito perdido.  Sin duda es un gran método de yoga que en el interior de su estructura encierra una sabiduría silenciosa y una inteligencia somática que ningún montón de palabras escritas o textos podrán revelar.  Ashtanga Vinyasa no precisa un compendio de credenciales antiguas para resaltar su credibilidad.


Reconozco que esta investigación no es para nada definitiva pero espero suscite el interés de la comunidad de yoga.  Estoy seguro de haber aportado mi granito de arena para que este asunto sea considerado seriamente y sea el punto de partida para ulteriores investigaciones.

(Fernando Gorostiza)


Por asdelpopolo 18 may, 2024
Por asdelpopolo 14 may, 2024
¿Te has preguntado alguna vez por qué te duele la espalda cuando estás estresado o por qué tu mandíbula se tensa cuando te sientes ansioso? La respuesta puede estar en la estrecha conexión que existe entre nuestras emociones y nuestro cuerpo. El cuerpo habla Las emociones no solo se manifiestan a través de sentimientos, lágrimas o risas, sino que también se expresan en nuestro cuerpo a través de tensiones musculares, dolores y contracturas. ¿Cómo funciona? El estrés y la ansiedad: Cuando nos encontramos en situaciones estresantes o de ansiedad, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas preparan al cuerpo para "luchar o huir", lo que genera una tensión muscular generalizada. Si esta tensión se mantiene en el tiempo, puede derivar en contracturas y dolores musculares, especialmente en zonas como la espalda, el cuello y los hombros. Las emociones reprimidas: Las emociones que no expresamos o reprimimos, como la ira, la tristeza o la frustración, también pueden manifestarse en forma de tensión muscular. Al no liberar estas emociones de forma saludable, se quedan "atrapadas" en el cuerpo, generando contracturas y dolores en diferentes zonas. La postura y el movimiento: Nuestra postura y la forma en que nos movemos también pueden reflejar nuestro estado emocional. Por ejemplo, encorvar la espalda puede ser un signo de tristeza o desánimo, mientras que apretar los dientes puede indicar ira o frustración. Zonas del cuerpo y emociones asociadas Si bien la relación entre emociones y contracturas musculares es compleja y varía de persona a persona, existe una tendencia general a asociar ciertas zonas del cuerpo con determinadas emociones: Cuello y hombros: Tensión, estrés, ansiedad. Espalda: Carga emocional, responsabilidades, culpa. Zona lumbar: Frustración, ira reprimida. Mandíbula: Estrés, ansiedad, ira. Estómago: Inseguridad, miedo. ¿Qué podemos hacer? Es importante reconocer que las contracturas y dolores musculares pueden tener un origen emocional. Para abordarlos de forma integral, podemos: Gestionar el estrés y la ansiedad: Técnicas como la respiración profunda, el yoga o la meditación pueden ser útiles para reducir la tensión muscular. Power Yoga ofrece una herramienta poderosa para liberar bloqueos emocionales a través de la fuerza y el dinamismo de sus asanas. Al conectar con nuestro cuerpo y mente a través de la práctica, podemos cultivar la resiliencia, la confianza en nosotros mismos y la capacidad de gestionar las emociones de manera saludable. Expresar las emociones: Es importante encontrar formas saludables de expresar las emociones reprimidas, como hablar con un amigo o un terapeuta, escribir un diario o realizar actividades creativas. Mejorar la postura: Prestar atención a nuestra postura corporal y realizar ejercicios para fortalecer y flexibilizar los músculos puede ayudar a prevenir contracturas. Buscar ayuda profesional: Si las contracturas y dolores musculares son intensos o persistentes, es importante consultar con un médico o fisioterapeuta para descartar otras causas y recibir tratamiento adecuado. Recuerda que tu cuerpo es sabio y habla a través de sus tensiones y dolores. Escúchalo, atiéndelo y busca el equilibrio entre tu salud física y emocional. Jacobson y el Yoga: Un encuentro entre la ciencia y la tradición milenaria Edmund Jacobson (1888-1983) , un reconocido fisiologista y profesor de la Universidad de Chicago, fue pionero en la investigación de la conexión entre las emociones y la tensión muscular. Su trabajo sentó las bases para la técnica de relajación muscular progresiva, una herramienta poderosa para el manejo del estrés, la ansiedad y diversos trastornos relacionados con la tensión. Los inicios de una revolución: A principios del siglo XX, Jacobson observó que las emociones fuertes, como el miedo o la ira, generaban cambios en la tensión muscular. A partir de esta observación, comenzó a explorar la posibilidad de que la relajación muscular pudiera influir en las emociones. Las investigaciones del Dr. Edmund Jacobson sobre la relación entre los músculos y las emociones encuentran un eco profundo en las prácticas milenarias del Yoga. Ambas disciplinas, desde diferentes perspectivas, convergen en la idea de que el bienestar físico, mental y emocional están íntimamente conectados. La ciencia y la tradición se unen: Jacobson, a través de su método de Relajación Muscular Progresiva, demostró científicamente cómo la tensión muscular puede afectar negativamente nuestro estado emocional. Su técnica, basada en la tensión y relajación sistemática de grupos musculares específicos, busca liberar la tensión acumulada y promover un estado de calma y bienestar. El Yoga, por su parte, ha cultivado durante miles de años un profundo conocimiento sobre la conexión entre cuerpo, mente y espíritu. A través de asanas (posturas físicas), pranayama (ejercicios de respiración) y meditación, el Yoga busca armonizar estos tres aspectos, promoviendo un estado de equilibrio y bienestar integral. Un mismo objetivo, diferentes caminos: Tanto la técnica de Jacobson como el Yoga comparten el objetivo de unir cuerpo, mente y emociones para alcanzar un estado de bienestar. Sin embargo, sus caminos para lograrlo son diferentes: La técnica de Jacobson se basa en un enfoque científico y sistemático. A través de la observación y el análisis de las sensaciones corporales, se busca identificar y liberar la tensión muscular. El Yoga, por su parte, adopta un enfoque más holístico y espiritual. Las asanas, el pranayama y la meditación no solo buscan relajar el cuerpo, sino también conectar con la respiración y la conciencia, promoviendo un estado de paz interior y equilibrio emocional. Un complemento perfecto: La técnica de Jacobson y el Yoga no son excluyentes, sino que pueden complementarse perfectamente para potenciar sus beneficios. La práctica regular de Yoga puede preparar el cuerpo y la mente para una aplicación más profunda de la técnica de Jacobson, mientras que esta puede ayudar a profundizar en la conexión cuerpo-mente que se cultiva en el Yoga. En conclusión, el trabajo del Dr. Jacobson y las prácticas milenarias del Yoga nos ofrecen valiosas herramientas para alcanzar un estado de bienestar integral. Al unir cuerpo, mente y emociones, podemos cultivar la paz interior, la salud física y la armonía emocional.
Por ESCUELA PRANA 09 abr, 2024
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